LUGARES MAGICOS DE ARAGON – INTRODUCCION –

La connotación de la palabra magia no viene a significar en todos los casos “algo” no real y perteneciente al mundo de la fantasía, sino más bien se podría enmarcar en el aspecto de ser unos hechos reales sin aparente explicación, escapándose de las leyes que rigen la naturaleza.

Siendo esto así en este vasto territorio aragonés, podremos encontrarnos con manantiales milagrosos, santuarios y grandes rocas utilizadas en antiguos cultos ancestrales, donde la tradición popular y no un servidor les ha otorgado el grado de lugares mágicos y milagrosos.

Los inicios de estas creencias los podemos encontrar posiblemente en las primeras migraciones humanas que entraron en la península atravesando la barrera natural pirenaica, donde se asentaron y empezaron a darle forma a este viejo reino. Debido a la afluencia de distintos pueblos, en estos éxodos se generaron el nacimiento de nuevas culturas al mezclarse entre ellos, absorbiendo los unos y los otros las creencias mágicas de las que eran portadores y acrecentando la riqueza de estas últimas.

En LUGARES MAGICOS DE ARAGON, fiel compañero de camino, describo un nutrido grupo de lugares donde lo mágico se hace palpable en cada uno de los rincones mostrados, dando al lector una perspectiva viajera diferente y donde el camino lo hará usted, con su propio andar, amigo lector.

Este libro está construido con la idea primordial de viajar, por ello lo he agrupado por “rutas” y por cercanía entre los lugares a visitar, para quien se decida a visitarlos pueda en una jornada vivenciar varios de estos lugares sin tener que hacer gran cantidad de kilómetros. No obstante si lo de viajar no es para usted, le invito a que se acomode en la butaca de su casa y se pierda en sus líneas, podrá también viajar con sus imágenes, al ser un libro generoso en este aspecto.

Para concluir, se dará cuenta amigo lector, que se ha intentado facilitar al máximo el acceso a los lugares, ya sea con leyendas explicativas existentes al final de cada recorrido, orientando lo mejor posible de cómo llegar a los sitios, o bien para los amantes de las nuevas tecnologías, se han colocado las coordenadas GPS de cada enclave, para que de esta manera, se facilite al máximo la labor de encontrarlos.

Amigo lector, atrévase a iniciar el camino, le aseguro que no quedara defraudado. Este libro le dará la posibilidad de “tocar” la magia de cada uno de los rincones descritos.

En este BLOG continuación del libro LUGARES MAGICOS DE ARAGON describo en pequeños resúmenes “otros” lugares mágicos de esta ancestral tierra, en un afán de darle una continuidad al libro y de mantenerlo vivo, ya que por espacio no se han podido incluir todos ellos, al ser este un territorio muy rico en este aspecto.

BUEN VIAJE.

Si quereis hacerme participe de vuestros "Lugares mágicos" podéis escribirme a... ollescarlos@gmail.com

11.12.12

La linterna de los muertos


Estos elementos arquitectónicos también llamados "Peirones o Pilarets" y con una forma a modo de torre y de muy distintos tamaños, los podremos encontrar por muchos lugares de nuestra geografía aragonesa ademas de haber muchos y muy diseminados por nuestra mágica piel de toro. 
La función de estas pilastras era para indicar desde lejos edificios religiosos, ya fuesen iglesias, cementerios, abadías y hospederías, haciendo casi mas una labor de "faro" para quien buscase cualquiera de estas opciones, ya que según su tamaño, algunas poseían (las mas grandes) autenticas hogueras en la parte mas alta, pudiendo ser vistas desde mucha distancia. Las mas pequeñas, ademas de poseer algún motivo religioso, contenían una vela o cirio encendidos en perpetuidad, haciendo estas casi mas una labor de pequeño altar que de "faro" para los feligreses, siendo estas ultimas mas asiduas de los cruces de camino y a modo de crucero (sin llegar a serlo).

En el camino de Santiago que discurre por Aragón podremos encontrar varias de estas edificaciones, algunas de las cuales de considerable altura, estas ultimas las solían poseer las hospederías y algunas abadías que acogían a los peregrinos, en un afán de guiarlos en la noche y mostrarles el camino para llegar a ellas, mientras que las pequeñas aveces se encontraban en los cruces de camino para indicar al caminante la dirección a seguir. 

A partir del siglo XIV fueron reemplazándose poco a poco por simples capillas encaladas, dándoles mas una función de capilla y de oratorio que de linterna de muertos.

CURIOSIDADES.
Las linternas que se encontraban situadas junto a los cementerios y según las creencias de las gentes, eran para guiar a las almas perdidas y conducirlas de vuelta al cementerio para reposar eternamente. Estas eran encendidas durante unos días después de haber habido una defunción en la comunidad y como ya digo para guiar al espiritu del muerto hasta el cuerpo yacente. La otra variante era cuando habían apariciones de animas a algún vivo, pues entendían que esta no descansaba en paz por no encontrar su camino para descansar, por lo que encendían el peiron para guiarla y hasta que desaparecía.     

2.12.12

El peñon de Muyed


En el municipio oscense de Berbegal, asentado en la comarca del Somontano de Barbastro, podremos contemplar una mole pétrea de mas de 6 m. de altura levantada por la mano del hombre y que se la conoce como "el peñón de Muyed", este menhir vinculado a cultos druidicos, nos llamara de inmediato nuestra atención por su grandiosidad y nos hará entender con que fuerza nuestros ancestros creían y sentían los poderes de la naturaleza, sobretodo para levantar esta gran roca y buscarle su verticalidad. Ademas tendremos que reconocer en este impresionante monolito, que esta erigido como un monumento funerario, ya que en su parte alta existe lo que llamaríamos un "columbario", se cree que seria para depositar los restos mortuorios de algunos druidas o personajes sobresalientes de la comunidad.

En esta misma población y junto al lado de la ermita de Sta Agueda, nos encontraremos con otro monumento pétreo conocido como "el peñón de las brujas", otro gran menhir, donde la tradición oral de esta población, ubica en las inmediaciones de esta gran roca como un lugar de encuentro de las brujas de la comarca, desde donde se mandaban maleficios a los vecinos de esta población y tormentas a alguna población cercana.

Para llegar a Berbegal, saldremos de Huesca capital por la A-22, dirección Lerida, la mantendremos durante unos 35 km., una vez recorridos encontraremos el desvío de Ponzano - Berbegal, lo tomaremos para a continuación tomar dirección Berbegal, trascurridos unos 13 km. nos encontraremos con esta población  (la ubicación de los monolitos están indicados en la misma población).

22.11.12

Espantabrujas


Este apéndice arquitectónico integrado en las chimeneas de las casas pirenaicas, posee para las gentes que las habitan, un poder protector de incalculable valor. Es bien sabido que según las creencias de los montañeses, uno de los lugares por los que se podían introducir los malos espíritus en las moradas era por la chimenea, por lo que ésta se convertía en un punto vulnerable de acceso al interior de entidades dañinas.

Para evitar estas visitas poco gratas de demonios y otras entidades malignas, se decoraba la chimenea con simbologías que iban desde lo pagano o demoníaco a lo mas sacro y cristiano, y todas ellas terminadas en su parte superior con un "capiscol" o "espantabrujas", con formas de lo más variopintas, desde simples piedras verticales con simbología fálica, a formas antropomorfas, pasando por espantabrujas cruciformes. Los más supersticiosos  incluían en la parte más alta de la chimenea y junto al "espantabrujas" la vasija que había contenido el agua bendita con la que se bendijo la vivienda antes de ser morada, en un intento de asegurarse de que nada malo podría entrar por la chimenea de la casa. Los espantabrujas, se colocan siempre mirando hacia el este (donde mejor se aprecia esto es en los de forma antropomorfa, ya que se los coloca con la cara mirando a ese punto cardinal); en el resto, tendrán alguna particularidad que las oriente al este, algunas imperceptibles para nosotros y desde el suelo, pero que a los habitantes de la casa no se les habrá pasado por alto la orientación de este motivo mágico. La orientación de los espantabrujas es simplemente para recordar a los entes malignos que el hombre solo tiene ojos para Dios que es la luz, y ésta sale todos los días por el este que es hacia donde están todos dirigidos.
CURIOSIDADES
Por las noches, en muchos de los hogares de esta legendaria tierra, se ponían las tenazas que se empleaban para colocar los leños en la lumbre, en forma de cruz sobre el suelo del fogón y sobre los últimos rescoldos, en un intento de frenar la entrada por la chimenea a los demonios de la noche.

13.11.12

La farmacia de Monzon



Nuestros ancestros, tuvieron siempre la creencia generalizada del poder fecundante de las rocas. A caballo entre grandes chacras naturales y agujas de acupuntura de la madre tierra, eran punto de reunión o de veneración de todo el poblado. Allí se decidía las cosas concernientes a la comunidad, se celebraban ritos de matrimonio, fecundidad y hasta juicios. Las grandes piedras estaban muy presentes en la vida cotidiana de aquellos primitivos pobladores.
En la pequeña urbe de Monzon (Huesca), capital de la comarca del Cinca medio, nos encontraremos en sus cercanías  una gran roca totalmente trepanada a modo de estantería rupestre que se halla situada junto al santuario de la Virgen de la Alegría.
Esta impresionante pared conocida como la farmacia, (también se la conoce como la paridera) la situaremos en tiempos pre cristianos, donde el culto a la tierra y a la naturaleza en general, hicieron que nuestros antepasados centraran sus ritos en el poder de fecundación de las grandes moles pétreas, al entender que estas estaban en intimo contacto con la madre tierra.
Se cree que estas oquedades eran empleadas para guardar semillas de un año para otro, con el fin de que la gran roca facilitara la energía telurica suficiente para que las semillas allí depositadas tuviesen un gran poder fecundante al ser plantadas y así mejorar las cosechas.
Otra de las hipótesis es que en estos pequeños agujeros, se hicieron para albergar las cenizas de los fallecidos y servir de columbario o cementerio, o simplemente de lugar de ofertorio donde llevarían los exvotos. Sea cual fuere su utilización, podremos observar la importancia que tenían las rocas para nuestros antepasados.

Para llegar a Monzon, saldremos de Huesca capital por la A-22, trascurridos 60 km, nos encontraremos con la población de Monzon.

8.11.12

El menhir de Candasnos


En la comarca del Bajo Cinca nos encontraremos con la población oscense de Candasnos, este pequeño núcleo urbano esconde en su historia una antigua costumbre ancestral aglutinada en su pequeña ermita medieval (S. XV) de san Bartolome (otros dicen que de san Marcos). Destruida en la guerra civil, se sabe que tenia dos altares policromados sobre pared, dedicados a la Virgen de la Alegría y a san Ramón Nonato.
Precisamente por estas dos advocaciones se cree que dentro de este eremitorio se celebraban ritos de fecundidad, pues observemos que uno es como ya apunto san Ramón Nonato (Nonato- el no nacido) y la otra figura, la Virgen de la Alegría (por el nacimiento de un bebe).
A día de hoy, solo quedan en pie una de las paredes originales con sus contrafuertes, el resto no existe, en su lugar se construyo sobre la segunda mitad del siglo pasado una ermita de corte modernista que como podemos deducir no conserva ninguno de los elementos de los aquí expuestos. (quede pues este escrito para el recuerdo de lo que allí hubo)
Cada 5 de febrero, el día de santa Agueda, se acercaban las mujeres casadas y también las solteras de la población que nos ocupa, para frotarse contra un pequeño menhir que existía en el centro de este templo para de esta manera implorar la fertilidad. Una vez pasadas todas las mujeres, se danzaba en torno a la roca a modo de agradecimiento. Este pequeño menhir, con el tiempo fue modificado, dejándolo con una forma de piedra sillar cuadrada y manteniéndose anclado en el suelo, también vario la forma del rito, en vez de lo anteriormente citado, ahora simplemente se danzaba y se tocaba con la punta del pie para realizar el rito de fecundidad.

Para llegar, saldremos de Zaragoza capital por la N-II, manteniendonos por esta vía durante unos 90 km. al final de los cuales nos encontraremos con esta población.

7.10.12

Rocas fecundas

En la comarca alto-aragonesa de la Hoya de Huesca y muy cercana a la población de Casbas de Huesca, donde hallaremos un gran cenobio cisterciense fuera de uso, nos encontraremos con la pequeña población de Labata. En esta pequeña pedania de Casbas, podremos encontrar entre los dos depósitos de agua de la población que nos ocupa, una formación rocosa de unos seis metros de altura y de forma falica, donde desde la edad del bronce, se celebraban cultos a la fertilidad. En este pequeño rincón oscense estaba muy extendido la celebración de estos ritos de exaltación a la fecundidad al haberse encontrado mas sitios cercanos a este enclave donde se realizaban este tipo de cultos. Estos grandes altares pétreos fueron manipulados y tallados en mayor o menor medida por el hombre, para que de esta manera representaran por sus formas falicas, auntenticos altares de fecundidad. Hasta estos enclaves acudían en constante peregrinación  mujeres que por alguna cuestión no podían engendrar, al ser esto ultimo una deshonra para ellas y sentirse un tanto repudiadas por el resto de la sociedad en la que vivían. 
También existe la creencia que incluso las mujeres jóvenes que iban a emparejar, se acercaban por estos grandes altares pétreos para afianzar su fertilidad y por lo tanto la descendencia. Incluso también hay quien apunta que acercarían por estas rocas en privada romería a las hembras de sus ganados para asegurarse de una rica descendencia.
En el año 380, en un concilio celebrado en la ciudad de Zaragoza, se puso punto y final a este tipo de practicas paganas, aunque a titulo personal, creo que se seguirían celebrando este tipo de practicas al estar muy arraigadas estas creencias entre las mujeres, posiblemente se mantendrían latentes hasta principios del siglo pasado.
Para llegar a la población de Labata saldremos de Huesca capital por la A-22 dirección Barbastro, pasados unos 20 km. nos encontraremos con la población de Angues, donde nos desviaremos tomando la carretera  A- 1228 que va a Casbas de Huesca, pasados unos 8 km nos encontraremos con esta población que dejaremos atrás para continuar por la misma carretera, unos 6 km. concluida esta ultima distancia entraremos en la población de Labata.

23.7.12

Espantar los males


En esta ocasión, no voy a referirme a un lugar mágico en concreto, sino más bien a una creencia ancestral muy propagada por los pueblos de Aragón.

Esta costumbre (así la llamaremos) está latente en algunas poblaciones pequeñas de este viejo reino y que han pasado desapercibidas para nosotros, pero que a buen seguro, si nos fijamos bien, encontraremos vestigios de ella por bastantes de los pueblos aragoneses que visitemos, dándonos a entender la fuerte raigambre y de lo aferradas que estuvieron y aún hoy en día están, en las mentes de las personas que habitan estos núcleos urbanos. Me estoy refiriendo a esos miedos ancestrales, de cómo prevenir los males de ojo, los malos espíritus, encantamientos y cosas negativas en general, además de ser empleado como un método profiláctico para evitar la profusión de insectos y plagas.
Dejando en este caso las famosas espantabrujas a un lado (piedras labradas o simplemente puestas verticalmente encima de las chimeneas de sus casas), las gentes, para protegerse de todo lo anterior nombrado, tenían la costumbre de encalar las puertas y las ventanas de sus casas, para como ya digo, no permitir la entrada de lo maligno. Se cree que esta costumbre se remonta al antiguo Egipto, cuando los israelitas que allí vivían, pintaron con sangre de un cordero degollado los marcos de las puertas de sus casas, mandado así por Moisés, para que el ángel exterminador no entrara en sus casas y se llevara (diera muerte) al primogénito de cada familia.
En la fotografía de época, podremos apreciar, que en algunos casos no se conformaban con pintar los marcos de puertas y ventanas; ademas aplicaban símbolos de difícil interpretación para nosotros, pero que a buen seguro, tendrían su significado para los moradores de las casas.

Invito al lector a pasearse por los pueblecitos pirenaicos donde podrá descubrir, además del encanto de cada población en concreto, lo que aquí nos referimos y posiblemente sorprenderse de ver algunas casas, perfectamente encaladas, manteniendo viva esta antigua costumbre.

1.6.12

Peña Tinaja




De camino a la población de San Lorenzo de Flumen, (por pista forestal) nos encontramos con la Peña Tinaja. Esta peña está situada en la comarca de los Monegros, en la provincia de Huesca y separada de la capital de la provincia por unos 44 km.
En esta formación rocosa podremos apreciar unas peculiares oquedades escavadas, algunas con curiosas formas y toscas herramientas en la pared de piedra, se cree que fueron construidas para rituales de fertilidad a modo de miembros sexuales femeninos o úteros maternos. De tal modo que la mujer que tenía problemas para concebir se introducía en estas oquedades, permaneciendo en ellas un tiempo indeterminado y en estrecho contacto con la gran piedra, para que de esta manera y según sus creencias poder propiciar su fecundación.
Además, en uno de los extremos de esta peña, también podremos apreciar un monolito natural que el hombre ha cincelado dándole la forma de miembro sexual masculino, de dimensiones más bien grandes y que con su presencia, nos da a entender la importancia de este centro ceremonial y fertilizador para los habitantes que poblaron toda esta extensa zona monegrina.
Para acceder a esta población saldremos de Huesca capital por la A-131. Sin dejar esta vía y trascurridos unos 44 km. nos encontraremos con San Lorenzo de Flumen. Desde allí saldremos por una pista de tierra dirección Norte y que va a salir a la carretera que une las poblaciones de Venta de Ballerías y Alberuela de Tubo; un breve tramo antes de salir a esta vía nos encontraremos con la peña Tinaja. (la distinguiremos por su gran piedra vertical de forma fálica)