8.12.17

La Torre nueva

Fue el arquitecto Jaime Ferrer el encargado de abordar la construcción de la torre del reloj de Zaragoza. Toda ciudad que se preciara, tenia que tener este tipo de edificación, para que marcara las horas a los ocupados transeúntes de una ciudad que se encontraba en pleno crecimiento urbanístico.
La torre, ubicada en la plaza de San Felipe, tendría una base con forma de estrella de 16 puntas y un cuerpo a partir del primer entronque de forma octogonal. Seria construida en un perfecto arte mudéjar y que contaría con unos 80 metros de altura, particularidad esta que le proporcionaría ser la mas alta de España en su estilo arquitectónico.
Varios siglos mas tarde a mediados del 1800, los comerciantes de la zona donde se halla la torre, empiezan una cruzada para que el ayuntamiento de Zaragoza la tire, alegando peligrosidad por posible derrumbe de este edificio, al estar visiblemente inclinada. En el año 1892, por presión de los comerciantes fue derribada en su totalidad. Como ya digo, su inclinación fue la mejor escusa para llevar a cabo este asesinato arquitectónico que dejó sin torre del reloj a Zaragoza.
Una de las escusas esgrimidas por el gremio de comerciantes fue que la cimentación de la torre, se había secado antes de un lado que del otro, provocando su acentuada inclinación; nada mas lejos de la realidad. En las fotografías de la época podemos ver perfectamente, como hasta el primer entronque de la torre es perfectamente recta y es desde este punto donde se puede apreciar en las fotografías, como los constructores colocaron mas ladrillos en un lado que en otro, forzando así la inclinación de este monumento. ¿Que perseguían con esto?... pues a titulo personal diré que posiblemente el constructor de la torre lo que hizo fue, hacer un gran reloj de sol. Cabe preguntarse en todo esto, por que se construyó la torre en una esquina de la plaza San Felipe, prácticamente tapando una de las entradas a la plaza, dejando un hueco de algo menos de dos metros en uno de los lados y tres en el otro, teniendo toda la plaza para poder construirla en medio, donde entiendo yo que hubiera quedado mucho mas solemne el edificio; es decir, que su construcción ladeada en la plaza, solo podía ser, porque quien la construyó buscaba el movimiento del sol y por ende la proyección en la plaza de su sombra, donde habrían marcas en el suelo que marcarían el paso de las horas.
Pero la Torre Nueva no solo fue protagonista en la historia de la ciudad por su desafortunado final, también por que en ella dicen que habitaba un duende burlón, que se dedicaba a atrasar las horas del reloj y hacer sonar la campana cuando no venia a cuento. Las malas lenguas decían que quien las hacia sonar era el espíritu del traidor "Candiola" que ayudó a las tropas francesas a penetrar en la ciudad por los subterráneos existentes y que pocos conocían, y por ello lo encerraron en los bajos de la torre a modo de prisión hasta que fue fusilado. Otros esgrimen que quien causaba el desasosiego de la campana de esta torre, tocando cuando quería, eran los asesinos de Pedro Arbues que antes de ser ajusticiados, la justicia les incautó todos sus bienes y con el dinero que se sacó de su venta, forjaron la campana de la Torre Nueva.
Como puede apreciar el lector la Torre Nueva es un edificio con mucha historia, pero por desgracia solo nos queda eso... su historia ya que ciertos intereses comerciales, pesaron mas que el arte y la magnificencia de este edificio. Vaya con este escrito un pequeño homenaje a una torre que muchos aragoneses jamas conoceremos.

Aragón Radio - La Cadiera - Audio La Torre Nueva
 

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