15.11.13

Aguas termales divinas

Viajemos en esta ocasión hasta la población de Jaraba (Xarava), lugar rico en balnearios y situada en la comarca del campo de Catalayud (Zaragoza), donde el río Mesa acaricia sus paredes rocosas labrando unos paisajes agrestes no exentos de una singular belleza.
De entre todos los recónditos espacios de  este agreste lugar, elegimos el barranco de la Hoz Seca, lugar este donde se han encontrado pinturas prehistóricas de estilo levantino datadas en una antigüedad de mas de 7000 años, dándonos la lectura que el hombre lleva habitando este lugar desde los albores de la humanidad. Al adentrarnos en este lugar y cercana a la entrada del barranco, nos encontraremos colgado de la pared el santuario rupestre de nuestra Señora de Jaraba.
Su construcción data del siglo XII y el motivo fue el hecho de encontrar una pequeña talla de una Virgen sedente con un niño sentado en su regazo de frente y de tan solo 20 cm. de altura, con la particularidad de ser esta una imagen de tez oscura, posiblemente esto ultimo por encontrarse expuesta a los humos de las múltiples lamparas de aceite que iluminaban el templo.
Como en tantas otras ocasiones, son unos pastores quienes encuentran esta imagen en un pequeño saliente de la vertical pared del barranco, y justo enfrente de la situación actual del santuario. El hecho de edificar el templo en el lado opuesto a donde fue hallada la imagen, es según cuentan las leyendas, porque ademas de existir una gran balma que facilitaba la construcción del templo, esta gran oquedad se empleo para esconder la imagen de la Virgen  de los constantes saqueos árabes. Con el tiempo y las continuas actuaciones milagrosas de esta imagen, gano en popularidad acrecentando la afluencia de gente, haciendo que se ampliara este complejo con mas dependencias.
Se dice que las gentes se acercaban a este lugar para sumergirse en las aguas calientes y termales del río Mesa, para sanar sobretodo las heridas sangrantes ya que, según las crónicas de la época, estas cicatrizaban rápidamente. Se tienen datos fehacientes que el propio Rey Alfonso I el Batallador, asentado en Calatayud, acercaba hasta este lugar a todos sus vasallos heridos en batalla para sumergirlos en sus aguas y sanar de esta manera sus heridas de guerra.
En este pequeño complejo sacro, también existe otro curioso rito que se realizaba en el interior de la cueva de este centro religioso, que consistía en ungirse la cabeza con un fluido oleoso que manaba natural por una de las paredes de la gruta y que se empleaba para sanar dolencias de cabeza, y a decir verdad y dada la afluencia de gentes que acudía a realizar este ritual tendría que hacer su efecto. Dicen que era tal la cantidad de aceite que manaba por la pared, que este podía alimentar las lamparas de aceite de todo el templo.
Para poder ver el interior de este templo tendremos que ceñirnos a las diferentes romerías anuales que existen en la zona para rendir veneración a la Virgen de Jaraba, de tal modo que el 28 de abril son los vecinos de Campillo de Aragon quienes se acercan en romería hasta este lugar, el 5 de mayo Calmarza, el 11 de mayo Cubil, el 17 de mayo Jaraba y el 18 de mayo Cimballa.
CURIOSIDADES. Desde tiempos de la invasión romana, es conocido este rincón aragonés como Las aguas calientes de las Ninfas, por ser este lugar rico en fuentes y manantiales.
GPS: 41º10'32,43"N - 1º53'30'42"O.

Aragón Radio - La Cadiera - Santuario de Jaraba

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