El filosofo y jurista Ciceron ya decía que El rostro es el espejo del alma, y sus ojos los delatores. El Coran también hace alusiones al mal de ojo en varios suras, en concreto en el 68'51 que dice: (refiriéndose a los cruzados de ojos claros del centro de Europa) Los infieles casi os hacen dormir con sus miradas, o en el 103'5 que nos dice: Tenemos que protegernos de un envidioso cuando nos mira.
Como podemos apreciar, no es una tradición que nos venga de tan solo dos siglos atrás, sino que las antiguas culturas ya eran conscientes de estas creencias, ya que nos han dejado muchas referencias escritas y tradiciones populares al respecto. Denominada como "Enfermedad cultural" por algunos antropologos, ha conseguido perdurar hasta el día de hoy, que aunque con menos fuerza, la suficiente para que una pequeña parte de la sociedad actual siga teniéndole cierto respeto.
El mal de ojo, mas conocido como el Maldau por muchas zonas de Aragón, era cuando supuestamente confluía en una persona ciertas circunstancias negativas, a estas personas se le denominaba los aojados o los incortados entre otras denominaciones, haciendo referencia a estas personas como que tenia muy mala suerte.
Las casas, refugio de sus moradores, eran fuertemente guardadas con objetos cargados de poder por sus propios habitantes, siendo vestidas desde el tejado hasta el suelo de objetos y sinbologia para tal efecto.
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En corta descripción y empezando por el tejado, lo mas significativo y que ya hemos nombrado en este blog son los espantabrujas de las chimeneas, un tótem de poder en el tejado, una forma de evitar la entrada de malas energías o los demonios de la noche. Otra costumbre era la de poner las tenazas del hogar en forma de cruz sobre las ultimas ascuas de fuego cuando los habitantes de la casa se marchaban a dormir, también y encima de las campanas de las chimeneas se colocan unos pequeños muñecos de 20 cm. de altura y hechos de barro llamados motilones, son los encargados de "vigilar" el hogar y neutralizar las malas energías. En el hogar pendía "el cremallo" (gruesa cadena de hierro donde se colgaban los calderos para cocinar), cualquier nuevo integrante de la familia debía pasarse alrededor de esta cadena para librarlo de todo mal, incluso animales pequeños también eran ritualizados, de hecho se creía que las ovejas que se volvían "modorras" era porque no se había hecho este ritual. Siguiendo con los objetos de protección, seguro que todos hemos visto las típicas ramas de olivo en los balcones, pero lo que seguro hemos visto y no hemos hecho caso es el encalado de los marcos de las ventanas y puertas, esto también se hacia para evitar los malos influjos y energías negativas. Las puertas era otro posible punto de entrada de las malas energías, así que las aldabas que pendían de ellas se solían hacer con ciertos motivos, dependiendo de lo que quisieran los moradores. Con formas falicas para propiciar la fertilidad y las riquezas, las de forma zoomorfa para la defensa del hogar (ladrones), las de forma antropomorfa para la defensa del mal de ojo o malas practicas, había un amplio repertorio de aldabas para las puertas, también había la costumbre de colocar en algunas zonas de Aragón los dientes de los integrantes de la casa clavados en la puesta de la calle, era una forma de "enseñar los dientes" a los ladrones. Las personas tambien eran portadoras de amuletos para tal menester, la cruz de Caravaca, colmillos de jabalí engarzados, piedras del rayo(silex), Virgenes y crucifijos, entre otros muchos. Nos dejamos muchas mas en el tintero, pero creo que bien podemos hacernos la idea de cuan arraigada estaba la creencia del
mal de ojo.
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